La maternidad de la A a la Z: Corilín

Nunca pensé que iba a hablar sobre este tema del Corilín, pero surgió gracias a la iniciativa de Trimadre a los 30. Ya sé, ya sé… estoy hablando de un medicamento pediátrico, el cual es digno de que sea registrado en el diccionario criollo porque está inmerso en el vocabulario de todas las madres y padres que viven en tierra venezolana, incluyendo a todos y cada uno de los pediatras que aquí hacen vida.

Quién no conozca el Corilín es porque no es venezolano o porque la maternidad o paternidad no le ha tocado de cerca. Yo más o menos vengo escuchando esta palabra constantemente desde hace diez años cuando nació mi ahijada y el Corilín se convirtió en aliado de mi prima; lo mejor de todo es que el bendito remedio no tiene exclusión, para todas las clases sociales está disponible (aunque tengo que reconocer que últimamente ha subido un poco de precio).

Es tan archiconocido el medicamento que yo jamás he visto una publicidad en tele o en algún medio impreso, precisamente porque no hace falta, debido a que todo el mundo en este rincón caribeño sabe qué es y para qué sirve el Corilín. 

Tanta fe se le tiene a este goterito que es básicamente el pediatra de la casa; pues está indicado para tratar síntomas del resfriado común y otras afecciones virales, molestias de la dentición y estados postvacunales. Corilín es el amigo de la familia completa.

Y ni hablar de los niños, les encanta el saborcito dulzón, yo lo he probado siendo madre y me parece fatal el sabor, pero a ellos como si nada… y el colorcito como si fuera un caramelo de fresa, que más se puede pedir. 

Otra de las cuestiones que llamó mucho la atención siendo madre reciente es que me enteré por medio de mi “ama” que este jarabe tiene más de 30 años en el mercado farmacéutico, figúrense yo también tenía de vez en cuando mi dosis de Corilín en la boca, y mi mamá decía que a mi me encantaba… Ummm quiero más!!! Hace como dos días, mi suegra también me lo mencionó con un comentario como éste: Yo lo recuerdo un poco más rojito, cuando los muchachos lo tomaban. Esto me dio a entender que mi esposo también lo tomó en sus tiempos de bebé. El Corilín es de vieja data en el gentilicio venezolano, deberían canonizarlo, porque el brebaje de verdad hace milagros.

A finales del año pasado, encontré un comentario de una amiga en Facebook que vive en tierras lejanas que decía: “Mi chiquitito con su primera gripe… Por suerte llegó su oma con Corilín”. Y luego venían los comentarios de sus conocidos (transcribo un poco): 

Conocido 1: Corilín!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Mi amiga Siiii!!! Ha sido lo máximo, fue darle dos dosis y no más mocos, paró la tos y adiós catarro.... Mágico!!

Conocido 2: Colirín??? eso qué es??? un jarabe o algo así??

Mi amiga: sí, es un antigripal en gotas de uso pediátrico que se utiliza en Latinoamérica. Es como el frenadol pero para bebés y niños.

Conocido 2: aaaaahhhh!!! que bueno.... y está de venta aquí??? supongo que no ... no???

Mi amiga: No, sólo lo venden allá y ha sido una bendición que alguien haya venido y me lo haya traído. 

Fin de la conversación

Ahora, el Corilín forma parte de mi vida; anteriormente ni me importaba pero ahora la cosa es diferente porque soy madre y aun que no soy de estar metiéndole remedios a cada rato al cuerpo, porque nunca he sido de esas; prefiero los remedios naturales o la naturopatía, también es cierto que en algunos casos me ha sido de gran utilidad. 

Las madres en mi oficina cuando estaban brotándole los primeros dientes me decían: dale un goterito de Corilín; cuando iba a vacunarlo, las señoras en el edificio o en la calle me decían: dale un goterito de Corilín; los tres pediatras a los que he ido cuando el bebé se ha sentido decaído me han dicho: puedes darle también un goterito de Corilín; cuando hace mal tiempo y lo hemos bañado o nos agarra el sereno, la familia me dice: dale un goterito de Corilín.  Y bla, bla, bla… pare usted de decirles cuántos otros ejemplos puedo yo seguir mencionando. 

Por eso concluyo que de la A a la Z, Corilín tiene un espacio bien grande en la C de mi diccionario de ahora en adelante. 

Les presento a Corilín