Impresionada
quedé cuando tuve a mi hijo y con el transcurrir de los meses pude ver que
todos sus movimientos eran asanas perfectamente coordinadas. Me di cuenta que
nacemos haciendo Yoga y con el paso de los años olvidamos esa conexión cuerpo –
mente – espíritu.
Cuando
estamos en el vientre materno nuestro cuerpo es tan flexible que nos permite
estar cómodamente dentro de mamá. Pasamos nueve meses haciendo yoga en agua y
cuando salimos buscamos explorar nuestro cuerpo y el mundo con esos 300 huesos
que son más cartílagos que otra cosa, lo que nos permite ejecutar posiciones
que de grande ni pensamos hacer.
Los
niños son pequeños maestros y así lo demostraron en la primera Expo Yoga Niños
Venezuela, que se celebró a mediados de marzo 2013 en los espacios del Mercado
de Chacao de la ciudad de Caracas.
Me
dio todo un gustazo verlos respirando, juntando sus manos, cerrando sus ojos, haciendo
mandalas, guiándose a través de cuentos yóguicos relatados de forma amena y
divertida, acompañados de música. Realmente fue extraordinario notar como
transmitían tanta armonía y paz juntos.
Esta
iniciativa surgió no sólo para reunir este conglomerado que día a día va
creciendo más, sino para dar a conocer a padres y niños diferentes modalidades
de Yoga y un espacio para compartir en familia. María Gabriela López,
organizadora de este evento, me contó que “si una persona realiza yoga desde
edad temprana seguramente va a ser un ser humano feliz y lleno de vitalidad y
salud por el resto de su vida”.
Esta
práctica milenaria realmente trae múltiples beneficios para el cuerpo y la
mente, convirtiéndose en una técnica integral que nos ayuda a mantener ese
contacto con nuestra niñez, pues los huesos ya tienen registrado en su memoria
genética que alguna vez hicieron esos movimientos que hoy día creemos
imposibles de realizar.
Amig@s
míos, cuando somos pequeños nuestro cuerpo inconscientemente hace yoga y muchas
veces reprendemos a nuestros hij@s por hacer tal o cual postura pensando que
eso está mal, que se le van a deformar las piernas o porque el pediatra lo
dice.
Un ejemplo claro es el siguiente: cuando yo tenía dos o tres años me encantaba sentarme en forma de Vajrasana, mis padres me llamaban la atención cada vez que me veían y llegó un momento en que ya no hice nunca más esta postura.
Un ejemplo claro es el siguiente: cuando yo tenía dos o tres años me encantaba sentarme en forma de Vajrasana, mis padres me llamaban la atención cada vez que me veían y llegó un momento en que ya no hice nunca más esta postura.
Vajrasana o Postura del Rayo |
Cuando
comencé a hacer mi diplomado de yoga y tuvimos una clase donde debíamos
realizar esta postura, sucedió que mi mente la había bloqueado y cuando
intentaba hacerla me dolían enormemente las piernas; sólo con esta postura.
Conocí algunos casos parecidos o que me referían algunas anécdotas, pero con
otras posturas. Poco a poco fui mejorando, la memoria de esta asana estaba en
mis huesos y debía recuperarla. Allí fue cuando me di cuenta que el yoga es
liberador.
Cuando
vean a sus retoñ@s realizando alguna postura no les regañen, su cuerpo les está
hablando y ellos saben que hacer. Cada asana tiene un gran beneficio para la
salud mental, corporal y espiritual, dejen que suceda la magia en ese momento,
no bloqueen sus instintos.
Los niños son grandes maestros y nosotros aún tenemos que aprender mucho de ellos. Aprendamos a sacarle provecho a la situación, practiquemos yoga junto a ell@s y conectémonos con lo que están sintiendo en ese momento, quizás podamos comprenderles mejor.
Acá te dejo un collage con algunas fotos de la Expoyoga Niños Venezuela y en el enlace podrás ver la página de Facebook de esta organización y las fotografías más en detalle de ese día. Realmente preciosas, dignas de ver y admirar.
Los niños son grandes maestros y nosotros aún tenemos que aprender mucho de ellos. Aprendamos a sacarle provecho a la situación, practiquemos yoga junto a ell@s y conectémonos con lo que están sintiendo en ese momento, quizás podamos comprenderles mejor.
Acá te dejo un collage con algunas fotos de la Expoyoga Niños Venezuela y en el enlace podrás ver la página de Facebook de esta organización y las fotografías más en detalle de ese día. Realmente preciosas, dignas de ver y admirar.
A mi me encantaría hacer Yoga pero en mi ciudad solo hay un lugar donde lo imparten y es carísimo! ojalá algún día pueda hacerlo.
ResponderEliminarMamá y maestra
Que mal!! Por internet puedes ayudarte o con algún libro, haciendo las posturas básicas que no requieren algún tipo de asesoría o ayuda.
EliminarYo digo que hasta mi gato hace yoga. Realmente es impresionante, yo no había probado el yoga hasta el embarazo. Con la excusa, y como tenía curiosidad, lo hice los 4 últimos meses, y la verdad es que ha sido una gozada. Me gustaría volver.
ResponderEliminarCon los niños tiene que ser impresionante. Y es verdad que, en general, el yoga suele ser bastante caro, por desgracia! Debe ser porque se ha puesto de moda... en fin...
Besos!
Es cierto Monstrua!!! los gatos son súper flexibles y hacen yoga también... Deberías volver, hay clases madre - bebé que son muy buenas, porque enseña a conectar ese vínculo aún más. Ciertamente, esta práctica se ha vuelto costosa, cosa que no debería ser porque es algo necesario para todos. En mi país hay lugares donde se imparten clases gratuitas pero va muchísima gente. Gracias por comentar!!
Eliminar¡No sabía que vives en Venezuela! ¿eres de allí? papafeliz es venezolano, así que mi Ratón es medio andaluza y medio caraqueña :-)
ResponderEliminarMe ha encantado el post, es muy interesante. Tengo muchas ganas de apuntarme a yoga con mi peque, que ya cumple dos años, es una tarea pendiente que espero no se demore mucho.
¡Un besazo!
Si Mamafeliz!! soy de Venezuela!!! ya sabía que papafeliz es venezolano y que has aprendido mucho de nuestras costumbres. Sería muy provechoso que pudieran asistir juntas a clases de yoga, toda una aventura nueva y mucho aprendizaje. Besos
EliminarHola, que información tan útil... Como padres (también por nuestra crianza) les cortamos a nuestros hijos un “mundo por descubrir” creo que debemos comenzar a entender, que ellos deben darse cuenta por su propia experiencia hasta cuándo o hasta donde deben o pueden hacer algo...
ResponderEliminarComo dato extra para tus lectores: El 1er y 3er domingo del mes de 8 a 9:30 am, en el Parque del Este (entre el planetario y el restauran las Cotoras) hay algo que se llama “Yoga divertido” para niños de entre 4 y 11 años. Yo aun no asisto pero está en mi lista de pendientes ;)
Un beso GRANDE!
Andreína.
Hice yoga durante tres años, en una época de enorme crecimiento personal... Y aún vivo de las rentas. Una lástima que no haya encontrado un Maestro comparable al que conocí, discípulo de Iyengar. Quiero apuntar a los niños a yoga el próximo año, ahora mucho más después de tu post.
ResponderEliminarAhora entiendo tu espiritualidad y el secreto de tu magia, bruja!!!
Un besazo, reina