Cuando estaba embarazada me
preguntaba constantemente cómo sería cuando llegara el momento de colocarle el
pañal a mi bebé y no sucumbir ante ese primer intento; mi preocupación era
notable debido a que yo no tenía ninguna experiencia porque no habían niños
pequeños en la familia con quien yo pudiese practicar, así que confieso que
nunca había colocado un pañal en mi vida.
Constantemente pedía asesoría a
mi mamá y a las compañeras de trabajo, quienes me decían que luego uno agarraba
la práctica y la cuestión era pan comido; pero yo no estaba muy segura, pues no
veía la cosa tan fácil y hoy a seis meses del nacimiento de Copi digo que
cambiar un pañal tiene su técnica, la cual se desarrolla por etapas.
Al principio, tienes que lidiar
con varios cambios al día, porque los recién nacidos son como unos paticos.
Aquí hay una ventaja y una desventaja: la primera es que los bebés los puedes
asear fácilmente porque no se mueven tanto, en cuanto a lo segundo, gastas
muchos pañales en un solo día y es un doble problema: mayor gasto monetario y
más contaminación para el planeta, a menos que utilices los de tela.
Lo que si
recomiendo es que el primer pañal del pequeño lo coloques acompañada de alguna
persona, puede ser tu esposo, mamá, suegra, una enfermera o algún familiar o
amiga cercana, porque los bebitos son muy delicaditos y frágiles, y por más que
sea estamos vulnerables luego de un parto o cesárea.
Entramos en una siguiente etapa,
poco a poco los bebés van regularizándose y para cuando pisan el tercer mes comienzan
a evacuar de dos a una vez al día; por lo que se aligera un poco la cambiadera
de pañal, así que doble alivio (para ellos y para nosotros también).
Con el transcurrir de los días
los chiquitos van desenvolviendo su cuerpito, agarrando movimiento como quien
dice y ya no hay quién los pare. Entre los cuatro o cinco meses se voltean
totalmente y sucede muchas veces cuando no les hemos quitado aún el pañal y de
paso, comienzan a deslizarse, entonces nos damos cuenta que el cambio de pañal
no es tarea fácil.
Entramos en otra etapa y la cosa
se complica un poco más, porque a cada rato quieren voltearse y jugar, o en
algunos casos quieren gatear, mientras uno trata de enderezarlo rápidamente
para que no hagan una travesura, ya que están rueda libre, como dicen
popularmente.
Cuando atraviesan los ocho o
nueve meses son aún más activos y la verdad es que hasta se molestan en el
momento del cambio, muchos gritan o lloran y hacen una verdadera batalla para
no dejarse colocar un pañal limpio. Aquí es donde los padres o las personas que
están al cuidado del nene deben armarse de paciencia.
Luego viene otro proceso, entran
en una etapa de transición entre gatear y caminar, entonces van descubriendo
las maneras de como zafarse del pañal y vaya esto si es agotador, porque muchas
veces encuentran a sus pequeños con medio pañal puesto o con el pañal en el
piso mientras el bebé se encuentra en otro rincón de la casa, nos percatamos
que fueron halándose poco a poco los cierres hasta que ya no queda vestigio que
sirva del pañal si es desechable y ahora lo que queda es esperar que llegue el
momento u optar porque de verdad comience a hacer sus necesidades en la
bacinilla o en el W.C. con ayuda de un adaptador (un asiento especial que se
acopla al inodoro del baño).
Allí viene una lucha tanto para
padres como para los bebés, que para unos se hace más corta y para otros más
larga, igual de vez en cuando se debe utilizar el pañal, sobre todo en las
noches y en las salidas a pasear para evitar accidentes.
Como vemos, el asunto va por
etapas y la mejor herramienta con la que contamos los padres es con la
paciencia. De todos modos aquí te dejo algunos tips para ayudarte con los
cambios entre pañal y pañal:
* Tener todo a la mano a la hora
del cambio de pañal (toallitas húmedas fuera del empaque, toalla para secar su
piel, agua del grifo a temperatura, pañal abierto).
* En caso de que se haya mojado o
manchado la ropa a causa de lo que está dentro del pañal y tenemos que
retirársela, esperar unos segunditos luego de desvestirle porque este vaivén
también es un poco molesto para ellos, y así estarán más dispuestos al cambio
de pañal; para esto es necesario dejarlo en un cambiador plástico.
* Dejarle unos segundos o máximo un
minuto sin pañal cuando tienen menos de un año para que su piel respire y ellos
descansen un poco, debido a que tener esto todo el día debe ser una molestia
para ellos, aunque estén acostumbrados. Procura dejarle acostado en un soporte
lavable porque nunca se sabe si en ese momento llegan a hacer alguna travesura
porque se sienten mucho más cómodos. Verás la diferencia cuando le coloques de
nuevo el pañal, estará mucho menos irritable.
* Es bueno colocarle música suave
(si en el embarazo le llegaste a estimular con música, entonces coloca esa misma),
esto lo relajará un poco.
* Puedes cantarle una canción que
normalmente él escuche para que tu voz le tranquilice un poco.
* Igualmente, puedes hablarle sobre
lo que estás haciendo e imitar sonidos que él haga para que se sienta tomado en
cuenta, esta interacción hará que se olvide de lo molesto del cambio de pañal.
* Dale algún juguetico que él pueda
manipular y morder mientras haces el cambio, esto le distraerá un poco.
* Tener un móvil encima del
cambiador es una buena opción para que se entretenga con la música y el
movimiento.
* Si el bebé tiene un gimnasio, una
alternativa es cambiarlo dentro de este, para mantenerlo allí adentro distraído
y podamos maniobrar sin tanto trabajo. Eso si, le colocamos el cambiador plástico
para que no ocurran accidentes.
* Cambiar el pañal entre dos personas siempre será mucho más fácil, si tienes a alguien que te de una ayudadita no esperes a pedírsela.
* Cuando soltemos las cintas del
pañal no retirarlo de zopetón, esto permite asegurarnos de que no va a orinarse
porque sienten frío cuando les desvisten o porque tienen mayor comodidad; así
evitamos salpicaduras y tanto el trabajo como la molestia son menores.
Estas son las recomendaciones que
les dejo, mi esposo y yo las seguimos al pie de la letra, las hemos descubierto
poco a poco y en diferentes momentos funcionan cada una de ellas, sólo debemos
aprender a descifrar el estado de ánimo o las necesidades de nuestro bebé.
Espero que también les sirva de ayuda.
Buenos consejos para padres primerizos!.
ResponderEliminarUn saludo para ti!
Muchas gracias Mami de una Monita!!! Siempre hemos de compartir nuestras experiencias con las demás personas... Muchos besos a ti y a la Monita también!!
ResponderEliminarIncluso cuando has cambiado miles de pañales en el trabajo, cuando toca cambiar a tu propio bebe somos como novatas.Gracias por la información!!
ResponderEliminarEstamos para apoyarnos Lianxio!!!por eso siempre dicen que no dejen pasar mucho tiempo entre buscar un muchacho y otro para que no nos desacostumbremos a los pañales!!!
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