La leche materna salva vidas

Hemos estado de reposo por una semana, debido a que a mi pequeño le afectó un virus que produce fiebres altas y él que es de buen comer, pues sólo dejó de probar bocado. Es normal que cuando una persona enferma la inapetencia forma parte de ese ciclo, como madres es lógico que nos preocupemos de que el niño no coma “nada” y además no quiere probar bebida, incluso el agua, ya sea porque le molesta la garganta o porque sencillamente no le apetece, lo que puede llegar a causar deshidratación en el niño, y aquí si se agrava el problema.

Estos días de enfermedad me han permitido confirmar lo maravilloso de la lactancia y sus múltiples beneficios, pues mi bebé de apenas un año, se ha enganchado mucho más al pecho, que le ha brindado todo el alimento que la leche materna puede proporcionarle y lo ha mantenido hidratado; y aquí hago un paréntesis para citar a la pediatra de mi hijo: “La leche materna salva vidas, pero mucha gente aún no lo reconoce”. En sí, no he tenido que preocuparme porque el niño no come o porque hay que darle líquido constantemente, pues él ha mamado a demanda, lo cual ha sido fantástico.

Otro de los beneficios que he podido notar es que el proceso de succión, le ha ayudado un montón a bajar la fiebre, que como es bien sabido, es un medio de defensa del organismo para contrarrestar infecciones o inflamaciones. Succionando del pecho hacen un poco más esfuerzo que con el biberón y esto hace que suden muchísimo, lo que es un método infalible a la hora de ayudar a bajar la fiebre, sin necesidad de darle medicamentos a cada tanto o aplicar cualquier otra técnica. Yo sólo le di el remedio cuando fue necesario: si la fiebre era muy alta. 

En fin, estos días a pesar de haber sido un poco angustiantes por el virus, porque es la primera vez que mi pequeño enferma, la hemos pasado muy bien en casa gracias a la lactancia materna, pues no ha habido vómitos por querer obligarle a comer, cosa que sucede con muchos niños, no hemos tenido necesidad de comprar suero y dárselo porque sino va a deshidratarse debido a que no quiere tomar agua, o mucho peor, cuando ya están deshidratados, deben llevarlos a un centro asistencial para que le coloquen suero vía intravenosa. Nada de eso, en casa hemos estado con una buena ventilación.

Ya cumplimos un año de lactancia exitosa y seguimos descubriendo los maravillosos efectos de la leche materna en todos los sentidos, así que aún nos queda un largo trecho por recorrer en este camino para poder contarles que otras cosas hermosas nos ha dejado la lactancia.