A un año de lactancia exitosa

Mucho antes de quedar en estado vislumbraba con ansias el hecho de dar pecho a mi bebé porque para mi significaba algo más que alimentar a mi futuro hijo, era realmente un acto de amor y la reivindicación de la lactancia que yo no pude recibir de la teta de mi madre. 

Era un sueño poder amamantar sin problema alguno y realmente lo he logrado, desde el primer momento que supe que esa semillita crecía dentro de mi, me preparé con todos los conocimientos posibles para que mi lactancia fuera exitosa, para disfrutar al máximo ese momento y estrechar ese vínculo con mi niño.

Ser mujer me ha permitido vivir esa maravillosa experiencia, que de mis pechos fluya agua de vida es algo indescriptible. Cuando me convertí en madre me di cuenta que no sólo yo debía amamantar a mi pequeño, sino que sentía la necesidad de ayudar a otras familias en este acto de amor, así que me convertí en asesora de lactancia materna para brindar mis saberes y vivencias a otras mujeres, y abrí este espacio para compartir todo lo que día a día voy aprendiendo.

Ya mi bebé cumplió un año y la lactancia va viento en popa, ni las presiones o críticas familiares, ni la vuelta al trabajo y su inestable horario, ni algunos conflictos cotidianos han podido detener que mi teta sea la leche de mi hijo. Lo queremos él, yo y mi esposo, que en todo momento ha sido nuestro soporte en este proceso. Así que este proceso no se detendrá dentro de poco. 

Como mi bebé recibió lactancia exclusiva durante los seis primeros meses y ahora es complementada con alimentos, nunca ha tenido la necesidad de usar biberón ni para tomar agua o jugos, él toma en vasito y además, jamás usó chupón, siempre lo rechazó, tampoco ha mamado dedo; todo esto se lo debemos a la lactancia, realmente hemos dado grandes pasos porque sé que a muchos niños les cuesta dejar el tetero y aún más el chupete.

Si no se está preparado, si no se tiene el apoyo requerido, si el estrés, el cansancio y el miedo embargan nuestro ser, la lactancia puede ser una experiencia nada fácil y más bien se convierte en algo aterrador, tal como le sucedió a mi madre. Por ello, es necesario acudir a grupos de apoyo, contactar a consejeras de lactancia, leer sobre el tema y tener visualizaciones positivas. 

Además, seguir tu instinto y dejar los prejuicios a un lado te guiará a tener un nexo fuerte con tu bebé y tu pecho será su refugio, porque una de las cosas que las madres deben comprender es que la teta es más que alimento, es consuelo, es calmante, es chupón natural, es la cuna que duerme a nuestro niño; claves para alargar la lactancia en el tiempo.

Por esta razón, debes considerar que para comenzar una lactancia exitosa es necesario tener en cuenta:

* No te cuestiones si dar pecho duele, mientras más lo pienses más sucederá; no escuches con ahínco a las mujeres que te dicen que sus pezones se agrietaron, que el dolor era insoportable y no sé cuántas cosas más. Piensa en que tener a tu bebé pegado al pecho es una experiencia sin igual porque así lo es, con una buena técnica de colocación del bebé y agarre de la boca al pecho, no debes experimentar dolor. 

* Nunca debes pensar ¿tendré suficiente leche en mis senos para alimentar a mi bebé? ¿Será que lo complemento con un teterito? Tus mamas tienen la leche que tu hijo requiere, ni más ni menos, sólo debe hacer un vaciado completo del pecho y esto se cumple cuando bebé queda prendado de un solo pecho, no vale eso de diez minutos en uno y diez minutos en otro, sólo de esta manera tu nene obtendrá la leche del final que tiene ácidos grasos esenciales  y le produce saciedad. Además, de esta manera adelgazarás sin esforzarte tanto. 

* Debes estar segura de ti misma, del poder de tus pechos para alimentar y dar amor a ese bebé que tanto necesita de ti, estar relajada y tener confianza, buscar un lugar apropiado es más que suficiente para producir la leche con mayor facilidad. Deja atrás los comentarios de familiares y conocidos, sólo sigue tu instinto y concéntrate en lo más importante: tu hijo.

* Mientras más veces te coloques el bebé al pecho, más leche producirás. Atrás quedaron los horarios rígidos, tu hijo requiere leche materna a libre demanda, pues es néctar de vida.

Recuerda que tu y tu bebé se benefician en gran medida con la lactancia, es importante sentirse apoyada, buscar ayuda cuando lo creas necesario, tener mucha paciencia y un montón de ganas. No es tan difícil ¿no te parece? Mi hijo y yo ya llevamos un año de lactancia exitosa y seguimos arrasando. ¿Y tú qué me cuentas?

Adicionalmente te dejo otros enlaces de mi blog sobre el tema de la lactancia materna:
Yo sí amamanto
Papá y la lactancia
Idea práctica para aliviar síntomas de la dentición

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