Papá y la lactancia

Arepita de manteca

pa' mamá que da la teta

Arepita de cebada

¡pa' papá que no da nada!

Todos sabemos que esta es una canción venezolana muy conocida para enseñarle a los bebés a aplaudir, pero deja muy mal parado a los padres, quizás porque siempre ha existido esa concepción machista que la lactancia sólo es papel exclusivo de la madre.

Desde hace algunos años esa tendencia pasó a otro nivel y los hombres poco a poco vienen tomando un papel más protagonista en el embarazo, en la fase de nacimiento, en el proceso de la lactancia y en la forma de crianza.

Es cierto que un padre no puede sentir directamente como fluye agua de vida de su cuerpo para alimentar a su hijo, pero eso no lo limita para que se convierta en partícipe de este hermoso vínculo que no sólo debe ser madre – hijo, sino que debe formar una tríada perfecta.

Muchos pensarán: ¿Qué puedo hacer yo para incluirme en este proceso que parece ser exclusivamente de dos? Yo te daré algunos datos que tanto mujeres como hombres pueden leer y multiplicar esta información y aplicarla cuando llegue el momento.

1.- Es importante el acompañamiento a la madre durante el embarazo, como evoluciona su estado y en esta etapa, es fundamental informarse sobre cómo debe ser el proceso de amamantamiento, las posturas, el agarre del pezón, el tiempo de la mamada y la frecuencia; por eso es de gran ayuda acudir juntos a consejerías de lactancia y talleres prenatales, y es aquí donde la preparación previa se convierte en uno de los aspectos principales.

2.- La presencia de papá durante el nacimiento de su hijo es vital para que la reciente madre tenga mayor confianza y apoyo luego de un largo trabajo de parto o una cesárea; por lo tanto, ella estará agotada para comenzar el amamantamiento y atender al bebé como debe ser, sobre todo si no está suficientemente informada. Aquí papá es el garante de que exista un buen agarre, ayudar a mamá a sostener al bebé y buscar una postura que facilite el proceso, si el personal médico no brinda la asesoría correcta.

3.- Los días posteriores al nacimiento del bebé deben ser de apoyo incondicional a la madre, sobre todo con el cuidado del pequeño y el amamantamiento, que muchas veces suele ser sustituido por la lactancia artificial debido al cansancio acumulado y los pechos adoloridos. ¿Cómo puede ayudar papá?

* Propiciar el colecho para asegurar la lactancia a demanda y asegurar un descanso seguro a la madre.

* Si los padres prefieren que el bebé duerma en su cuna, papá puede levantarse en las noches y cargar al bebé tanto para pasárselo a mamá para que amamante y también para sacarle los gases, cambiarle el pañal y volver a dormirlo.

* Como los pechos tienden a endurecerse y esto se torna doloroso, papá puede preparar algunas compresas de agua tibia para colocársela a la madre y luego de esto puede ayudar con algunos masajes leves en dirección al pezón para que cuando llegue el momento de amamantar sea mucho más fácil que la leche salga. Esto evita también que se produzca mastitis, obstrucciones o perlas de leche.

* Si los padres se deciden por la lactancia artificial porque no puede darse el amamantamiento por parte de la madre o porque sencillamente quieren complementar con fórmula su alimentación (lo cual no recomiendo), papá puede dar el biberón al bebé y sentir esa cercanía que existe entre mamá-bebé.

* Papá puede ayudar a que la madre se extraiga leche en los momentos que el bebé esté dormido, ya sea manualmente o con un sacaleches eléctrico o manual. Entre los dos pueden hacer este trabajo, mientras mamá saca leche de un pezón con sus manos (siempre que sepa hacerlo), papá puede ayudarla con el otro seno a través del extractor. Igualmente, si bebé está pegado a uno de los pechos, papá puede hacer este mismo trabajo con el extractor en el otro seno y así crear un pequeño banco de leche para cuando mamá tenga que salir a la calle sin bebé.

* Cuando papá y bebé estén solos en casa o vayan a algún lugar sin mamá y tengan almacenada leche materna, papá puede suministrar ésta en vasito o en cucharitas medicinales, con el fin de no confundir la tetina del biberón con el pezón; o si lo prefiere, puede dar el biberón (se recomienda la técnica anterior cuando el infante es amamantado).

En fin, ya los padres no deben sentirse desplazados por creer que la lactancia es un trabajo exclusivo de la mujer, ellos también tienen una gran responsabilidad en este proceso que fomenta la crianza con apego y es un gran vínculo padre – hijo desde el útero.