Celebrando aniversario de bodas

Tres años han pasado desde el día de mi matrimonio, una fecha de mucha alegría para mi esposo y para mí. Luego de casi tres años de novios, y un año y dos meses de convivencia juntos decidimos dar el SÍ de una manera especial. Nos fuimos a una isla tropical y junto a nuestros seres más queridos nos casamos un sábado en pleno atardecer a orillas de la playa.

Ese fue nuestro deseo, una boda que pudiéramos disfrutar al máximo y recordar en todo momento, en un lugar sin límites y en la intimidad de un rinconcito. Fue la mejor decisión que pudimos haber tomado; lo recuerdo como si fuera ayer.

Para dar el gran paso no es necesario armar la gran boda, con inmensos salones de fiesta y una iglesia a todo dar, y además con un gran número de invitados; porque siempre es sabido que los demás celebraron más que uno, que tiene que estar pendiente de que todo estuviera perfecto, de la comida, de esto y de aquello; aún cuando se cuenten con organizadores.

Lo único que hace falta son las ganas de comprometerse a llevar una vida juntos. La manera de celebrarlo sólo queda a tu imaginación: en un bosque, una playa, una plaza, una iglesia pequeñita, en un castillo, nuestra casa, una posada, en fin, cualquier lugar es bueno si lo transformas en algo mágico y especial.

Lo más importante es planificarlo bien y con tiempo de anticipación, encontrar el sitio correcto, obtener los permisos necesarios dependiendo de dónde lo vas a celebrar, buscar agencias de festejos o personas que se ocupen de esto, establecer un número determinado de invitados, conseguir la vestimenta apropiada para el lugar a celebrarlo y que la comida esté a tono con el ambiente.

Cada vez que observo las fotos de ese 12 de marzo, revivo el momento; porque realmente fue un día esperado y totalmente inusual al de muchas parejas. Tú también puedes convertir ese sueño en realidad si lo deseas. Yo, mientras tanto, celebro mis Bodas de Cuero.