Quizás este puede parecer un tema tonto, qué de importante puede tener que un niño juegue con cajas, pero la verdad es que como padres o como adultos no nos detenemos a pensar porqué a nuestros pequeñines les llama tanto la atención cajas y cajones (ya sean grandes o pequeños), y es que los mismos tienen un gran impacto sobre ellos, se convierte en un mundo por descubrir, un mundo que para nosotros ya no tiene sentido, pero que en algún momento de nuestra infancia sí lo tuvo, y por eso debemos dejar explorar a nuestros hijos a sus anchas, nunca descuidándolos de nuestra vista.
La psicoanalista argentina Arminda
Aberastury, dedicó gran parte de su vida al estudio del comportamiento de los
niños, incluyendo sus juegos, ella señalaba en sus estudios la importancia de
jugar con cajas, porque con ellas el infante puede indagar las diferentes
dimensiones del espacio, ver la posibilidad de entrar y salir, estar adentro y
afuera, aparecer y desaparecer, sentirse contenido y protegido dentro de ese
pequeño lugar de juego.
Pongan atención a esta conclusión
de Aberastury: “este gran hallazgo es el anuncio de la forma adulta de expresar
amor, entrar en alguien, recibir a alguien dentro de sí, unirse y separarse,
sentir el refugio”, que revelador ¿no? Viendo a nuestros hijos jugar con
elementos tan simples como éstos podemos ver cuanta dedicación, atención y amor
reciben de nuestra parte. Por ejemplo, cuando yo invité a mi peque a que
jugáramos con la caja, al inicio me dijo no, por lo tanto no lo forcé, pero
luego se devolvió al lugar donde estaba la caja quizás por la curiosidad y se
dejó llevar, comenzó a disfrutar un montón entrando y saliendo, arrastrándola, colocándosela
encima de la cabeza, escribiendo en ella, tanto dentro como fuera.
Ese mismo nivel de indagación si
se dan cuenta lo hacen con nosotros y ellos mismos, incluso con otros niños,
jugar con nuestros ojos, los oídos, la boca, la nariz, por eso quizás, ocurren
accidentes cuando se introducen objetos en estas áreas del cuerpo, porque ellos
necesitan explorar todo cuanto sea penetrable en esta etapa de la vida (a
partir del año y hasta los tres años o quizás más) por lo que se explicó en el
párrafo anterior, así que vamos entendiendo el porqué quieren llevarlo todo a
esos pequeños orificios, un grano de lenteja puede parar a una de las fosas
nasales o un oído quizás, por eso siempre debemos estar pendientes de las cosas
que se llevan a la boca.
Como dice Aberastury “Los juegos
de llenar y vaciar favorecen el proceso de construcción de la identidad corporal. Llenar y vaciar es una
noción que el niño experimenta en su cuerpo, tener hambre, comer y luego
evacuar”. Ya voy entendiendo porque es vital fomentar juegos de este tipo en
nuestros chiquitos, porque esto no sólo lo vinculan ellos con lo que ocurre en
nuestro organismo y cómo funciona, sino de cómo se relacionan con el mundo
exterior, de manipular objetos, de trasladarlos. Jamás pensé que este tipo de
juegos que para nosotros no representa nada, sea tan significativo para ellos.
Es que muchos de nosotros tenemos
la idea que para que el niño juegue es necesario que tenga un juguete fabricado
en sus manos, para ellos eso es irrelevante hasta que el boom comercial entra
en su mente a través de la televisión y la visita a los centros comerciales o jugueterías,
pero como dice la psicoanalista argentina “No son muchos los juguetes que
necesita para esta actividad (el juego, la exploración y el descubrimiento),
por el contrario si son demasiados pueden trabarlos en sus experiencias,
produciéndoles confusión. Tampoco precisa grandes espacios pero si un ámbito
propio del que se sienta dueño”.
Por eso, para ellos vale más la
caja que el juguete que viene dentro, pero cuando ya están más creciditos, la
caja enseguida es volada al otro extremo de la habitación y el juguete es el
que cobra relevancia, los intereses van cambiando y la necesidad de
exploración, búsqueda y curiosidad va trascendiendo, pero mientras eso no
suceda entonces, despreocúpese de comprar juguetes y asegúrese que su peque se
divierta con cajas y objetos simples, siempre bajo nuestra observación, claro
está.
Por aquí les dejo el enlace de otro post interesante del blog Una princesa guisante, donde se puede ver de qué otras maneras podemos jugar con cajas. Y por supuesto, dos enlaces relacionados al tema de un blog que me encanta mucho: Labrando un hogar, con cocinita de cartón y una casa para las muñecas.
Yo no sé qué tienen las cajas pero les pasa igual a todos!!
ResponderEliminarUn beso GRANDE para ti.
Mira aqui: http://www.labrandounhogar.com/2012/07/cocinita-de-carton.html o aqui http://www.labrandounhogar.com/2014/01/una-casa-para-las-munecas.html
EliminarLas cajas son un mundo por explorar, gracias por los enlaces... están buenísimos!!
EliminarNo hay mejor juguete que una caja, o un palo, jijiji, se le ve tan feliz metido en su caja!
ResponderEliminarImaginación, creatividad... Genial.
La verdad es que las cajas son uno de los juguetes preferidos de los niños, tal vez por todo lo que se menciona arriba
EliminarHola coterránea :) Nosotros tenemos muchos videos y fotos de La Muñe jugando con distintas cajas, jejeje. Le encanta. Así que no puedo estar más de acuerdo contigo. La imaginación de los niños es ilimitada.
ResponderEliminarUn abrazo venezolano desde Budapest
Pues, que bueno!!! en la imaginación es que está todo el meollo del asunto...
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