A quién no le ha pasado...

Hoy quiero dejar plasmado en mi blog una situación recurrente en mi vida desde que soy madre y seguramente, en la de muchas familias también: la ausencia de televisión en casa... No es porque no la tengamos, allí está, una maravilloso aparato de 42 pulgadas pantalla plana que cuando se enciende nos muestra una gran gama de colores y movimientos, muñequitos que hablan y personas extremadamente alegres que cantan a toda hora... si eso es lo único que vemos,  la programación infantil, así que las noticias, películas, documentales y series que el papá del peque y yo veíamos antes de que naciera quedaron en un segundo o tercer plano, todo lo que vemos de a ratos es a través del móvil en casa o la compu en nuestro lugar de trabajo.

Luego de una larga jornada laboral, llegar a casa y hacer algunos oficios, darse un baño y comer algo, lo que más quisiera uno es tumbarse un rato y ver algo interesante en la tele, pero esto es imposible, ahora está el peque y en su lugar, nos turnamos para jugar con él, aprender juntos haciendo actividades y ver sus comiquitas o series un ratito (aunque no todos los días la encendemos porque se nos va el tiempo rápido). Esa es la faceta de madres y padres recientes, bueno en mi caso lo es, imagino que en la de muchos también.

Por ejemplo, no soy de esas madres que cambia el canal en su presencia para ver algo que a mi me interese, porque aunque no lo parezca, los programas podrían contener algo de violencia, sexo y no hablar del lenguaje que se puede escuchar, así que no queda otra, por más que me aburra o que sean repetitivos y ya me sepa todos los episodios, no cambio el canal o nunca lo dejamos solo en la habitación con la tele encendida, aprovechamos este momento para contar números si lo están haciendo en el programa, cantar o bailar,  o quizás aprender nuevas palabras. 

He sabido de padres que ven su programación delante de sus hijos sin valorar el contenido, y si podemos hacerlo, pero tenemos que estar conscientes si esto es conveniente o no para que nuestros pequeños lo vean, si es así debemos estar allí para explicarles qué sucede en la trama. 

Hace poco, leí por mi Facebook el estado de una conocida que tiene una niña de menos de dos años y comentaba que su hija moría por ver Los Simpsons, y yo pensaba pero bueno qué es esto... A la larga, cada quién es responsable de la crianza de sus hijos, pero la sociedad es una sola y hay muchas consecuencias implícitas.

Lo cierto es que cuando nuestro Copi se duerme y yo no estoy muy cansada suelo dar un pequeño recorrido por los canales de televisión y si veo algo interesante lo programo para grabar y verlo luego, otras veces nos ha pasado que estamos muy instalados viendo alguna peli, con chucherías incluidas y todo, el chiqui se despierta y uff... que cortante es este momento, hay que parar el film o ponerlo a grabar para verlo unas horas, días o meses después, la verdad es que se enfría la emoción de ver la tele, creo que a más de un padre le ha pasado, no creo que sea la única, pero bueno eso es parte de lo que aceptamos cuando hicimos el trato de convertirnos en padres. 

Hace pocos días, pasé una semana en casa de una prima que tiene una bebé de casi dos años y un niño de siete, por supuesto que los intereses de los peques son totalmente diferentes y pude detallar la programación infantil que veía el niño durante esos días, la verdad es que me parece que no debería ser para su edad tampoco, un vocabulario con palabras subidas de tono e imágenes totalmente incongruentes, a mi peque no le llamaban la atención pero la niña parece que estaba acostumbrada a ver eso, lo que me parece un poco lamentable para los dos, así que vuelvo a parecer fastidiosa con esto, pero debemos tener presentes qué ven nuestros hijos en la tele y si podemos, verlos con ellos para explicarles qué sucede y porqué se expresan así, aunque sean comiquitas.

Por nuestra parte, ya poco a poco hemos ido acostumbrándonos a la ausencia de la tele en casa, es común que me pregunten en la oficina o en la familia, no has visto tal o cuál cosa, supiste de esta noticia o no has visto tal programa qué chulo es, a lo que siempre contestamos "no vemos televisión con el niño presente" y damos el asunto por terminado.

Nada es eterno y ya llegará el momento de que pueda volver a la cama o al sofá y tumbarme a ver algo que me llame la atención en la tele, por ahora el peque es el rey de la casa y merece toda nuestra atención.