En
el marco de la Semana Internacional de la Crianza en Brazos, quiero dejar
plasmado en mi blog mi experiencia en el transcurrir de este año que ha sido
fundamental para mi como madre, pues ha sido el primero.
Mi
madre cuando nos cargaba de pequeños siempre nos decía úpalo y así es como
quedó en mi memoria la acción de tener en brazos a un bebé, así más que portear
nosotros en casa aupamos.
Sin
saber lo que significaba la palabra porteo hasta el año pasado por esta misma
fecha, ya nosotros porteábamos a nuestro bebé con un fular que heredamos de mi
prima, quién lo usó bastante con su segundo hijo. Con apenas una semana de nacido, su padre y
yo lo cargábamos amarradito a nuestro cuerpo, a nuestro olor y movimiento. Él
se sentía tan a gustito que despertaba poco allí montadito.
Yo salía
con mi madre y mi peque a ver tiendas o hacer diligencias, y si le daba hambre,
sólo lo acomodaba un poco y allí mismo, amarradito a mí, se pegaba del pecho y
luego se dormía, no había necesidad de sacar gases ni cargar con un coche inc ómodo que no sabía dónde dejar después.
Incluso
en casa, siempre lo tenía en brazos, hasta ahora así se ha criado. Nos ha ido
muy bien, porque comenzó la posición de gateo a partir de los cuatro meses y
medio hasta que lo logró perfectamente un mes después y luego comenzó a dar sus
primeros pasos a los 10 meses, es decir, cargarlo en brazos jamás le dio
inseguridad ni dependencia, sino más bien todo lo contrario.
Además,
estar con él a tiempo completo los primeros seis meses, porque en Venezuela el
período postnatal son 20 semanas, fue una ventaja para los dos. Mucha gente me
decía, entre ellas mi mamá, mi abuela y las maestras del maternal: se va a
malcriar, no lo carguen tanto… jamás les hicimos caso y nos dejamos llevar por
nuestro instinto de padres.
Lo
cierto es que jamás hemos sentido malcriadez alguna, mi hijo es una persona muy
sociable y desenvuelta, se adaptó muy bien al maternal desde el primer momento
y luego que comenzó el gateo, su independencia y alta autoestima se manifestó
al 100%.
Lo
mejor para un niño desde que nace es sentir la seguridad de unos brazos que le
acunen, porque así estuvo nueves meses en la barriga, sentir abrazos, besos y
palabras bonitas; por esta razón también creo fervientemente que mi hijo es así
de seguro. Él ahora sólo pide brazos cuando lo necesita, cuando quiere dormirse
en brazos con nuestro bamboleo o cuando pasa horas sin nosotros, y
jamás se lo hemos negado.
Aún
seguimos usando el fular, ya no con tanta frecuencia, porque él prefiere
caminar o dormir plácidamente en coche cuando salimos, pero igualmente
alternamos la salida con la cargada, porque nos hace falta a los tres.
Nada mejor cuando papá y Copi me esperan en la plaza cuando llego del trabajo y allí lo tomo en brazos y lo llevo cargadito hasta la casa, en ese momento nos miramos, hablamos en su lenguaje y nos damos muchos besitos. Nada, nada en el mundo puede mejorar ese momento, así que sólo puedo decir que dejes a un lado lo que puedan decirte los demás y déjate llevar por tu instinto de madre o padre, ese es mi consejo.
Nada mejor cuando papá y Copi me esperan en la plaza cuando llego del trabajo y allí lo tomo en brazos y lo llevo cargadito hasta la casa, en ese momento nos miramos, hablamos en su lenguaje y nos damos muchos besitos. Nada, nada en el mundo puede mejorar ese momento, así que sólo puedo decir que dejes a un lado lo que puedan decirte los demás y déjate llevar por tu instinto de madre o padre, ese es mi consejo.
Mi madre siempre ha sido de las de no "aupar" a los niños mucho y yo estoy en contra :-) me encanta oír hablar del porteo.
ResponderEliminarAhora que estás embarazada tu nene sentirá todo lo que tu sientes. Cuando le tengas en brazos tu instinto de madre te dirá qué hacer, es una decisión en conjunto. Gracias por su visita Sra. de Díaz
EliminarHola, así mismo es, yo tengo el mio es un "Huggababy" acolchadito, que me regalo mi cuñada, y lo uso MUCHO (lavo platos, mezclo y corto alimento, ragaño y ayudo hacer tareas a los mayores, voy al mercado y parque, en fin.... lo tengo que lavar a cada momento....y Amelia feliz en el.
ResponderEliminarSaludos y un besito a los tres.
¡Hola Andre! que bueno tu visita, la verdad es que el porteo es maravilloso... no conozco los huggababy, pero deben ser geniales, ya me dio piquiña y voy a buscarlo a ver qué tal son... uno puede hacer mil cosas con el nene amarradito... yo lavaba la ropa, la tendía... hacía otros quehaceres de la casa. Es fenomenal.
EliminarSomos la generación del porteo :) Es bonito saber que estamos haciendo algo diferente y velando por el bienestar de nuestras criaturas.
ResponderEliminarSaludos de tu coterránea :)
Me encanta que estemos retomando estas tradiciones ancestrales de crianza, nuestros hijos definitivamente lo agradecerán. Saludos!!
ResponderEliminarUn 10 a esta entrada :-)
ResponderEliminarGracias amiga!!!!
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