lunes, 15 de abril de 2013

Nuestros hijos entre dimes y diretes

Quizás su hijo se siente así y usted no lo sabe

Cuando un país se encuentra en un momento crítico, ya sea por cual fuere la razón, como ciudadanos no nos sentimos ajenos a la situación; al contrario, las emociones están a flor de piel porque lo que sucede nos afecta en menor o mayor medida y eso se refleja en nuestro vivir diario y por supuesto en nuestro comportamiento.

El problema no es lo que expresamos ni contra quién, el dilema viene cuando tenemos niños pequeños en casa que no entienden por completo lo que pasa y están expuestos a este boom de calamidades; lo cual inconscientemente se va archivando en su memoria. 

Jamás podremos mantenerles en una burbuja de cristal ni aislarles totalmente porque esto también forma parte de su realidad, pero como padres o núcleo familiar debemos protegerles de la problemática presente en el momento. Por ello, mencionaré algunas recomendaciones que podemos implementar para ayudar a mantener a nuestros pequeños al margen de algo que aún no comprenden al cien por ciento.

¿Qué podemos hacer? Aquí algunas sugerencias
* Los niños son como unas esponjas, todo lo que ven y oyen lo repiten porque creen que está bien, sobre todo si viene de nosotros, pues somos su ejemplo a seguir, por lo tanto debemos procurar no vociferar dentro de casa, gritar consignas o expresarnos abiertamente delante de ellos. Si lo hacemos, porque estamos en toda nuestra libertad, que sea en un lenguaje educado; pues este reflejo es lo que ellos se llevan y muchas veces comparten estos pensamientos en la escuela, afectando así a otros compañeros y viceversa.

* Lo más conveniente es sentarse con sus hijos y explicarles en un lenguaje claro y sencillo lo que está sucediendo porque seguramente ellos tienen muchas dudas que quizás no expresan, ya sea porque lo escuchan por otros compañeros de clase, los vecinos, en el supermercado, en el trabajo de mamá o papá, o quizás dentro de casa. Si ellos preguntan no evadan el tema y mucho menos contesten por salir del paso, porque aunque usted no lo piense así, ellos también se ven afectados y merecen toda nuestra atención. Más bien interrógueles y no tenga miedo en decirles si tienen más inquietudes que usted pueda aclarar.

* Evitemos ver transmisiones de opinión, de sucesos o de corte radical referentes al país donde vivimos o alguna otra nación delante de nuestros hijos, veamos con ellos programas educativos o alguna película infantil que les pueda despejar la mente, tanto a usted como a ellos. No se envenene tanto para que no le transmita esta percepción a sus retoños. Si tiene muchas ansias, puede de vez en cuando revisar sus redes sociales a través del móvil sin llegar a expresarlo en el momento.

* No dejar a la vista periódicos, revistas o panfletos que contengan imágenes violentas, títulos con contenido de provocación o mensajes de confrontación. Si llegara a pasar por favor explíquele a su niño que es lo que allí realmente sucedió, repito, esto se queda archivado en su memoria y no sabemos como puede influir en un futuro reciente o lejano. Intentemos revisar este material de lectura en nuestro trabajo o camino a él, o en algún otro lugar seguro fuera del alcance de niños.

* La mayoría de los chiquitos se asustan cuando escuchan algún ruido ajeno por primera vez, por eso cuando haya cacerolazos, cornetazos, fuegos artificiales, sonidos estruendosos, entre otras amenazas sonoras, y deseamos participar en este tipo de actividad debemos estar conscientes de que nuestros hijos ven nuestras acciones, por eso es bueno siempre explicarles con anterioridad de que se trata lo que estamos haciendo o escuchando. Si no nos interesa el ambiente externo y nos mantenemos alejados del hecho, podemos colocar una música alegre que les guste a los niños y bailar con ellos para que no les afecte mucho.

* Si el clima social se torna un poco peligroso o violento en la calle, no envíe a sus hijos a la escuela y muchos menos salga con ellos, así sea para hacer mercado; déjelos con alguien de confianza (algún vecino, familiar cercano o amigo). 

* Si hay alguna protesta, marcha o actividad irregular frente o cerca de su casa no permita que sus niños se asomen a las ventanas para que esa imagen no les quede grabada o entren en confusión, incluso puede surgir algún enfrentamiento, y en esos momentos debemos buscar el mejor lugar de la casa para refugiarnos. 

* Durante estos eventos, siempre es bueno abrazar a nuestros pequeños, acostarnos a dormir con ellos porque quizás están asustados o temerosos, besarles mucho y decirles cosas positivas a través de cuentos o historias creadas por nosotros mismos o en conjunto.

* Si tenemos un bebé de menos de dos o tres años, los ruidos pueden hacer que llore porque no está acostumbrado a estos fenómenos. Cárguelo por un largo rato o hasta que se tranquilice y luego juegue con él para que se distraiga.

* Igualmente, los bebés no comprenden lo que ven o nuestras acciones, pero intuyen que algo está pasando por la expresión de nuestros rostros y la preocupación o la rabia que podamos sentir en algún momento, por ello, trate de ser comedido y actuar lo más neutral posible cuando esté a su lado. 
Ellos todo lo reflejan a través del llanto, incluso a veces pueden llegar a elevar su temperatura o presentar otros síntomas porque estas son sus maneras de emitir que ellos también se ven afectados a través del comportamiento de sus padres, familiares cercanos o de las personas que lo cuidan.

* Si usted es una madre que amamanta, cuando se encuentra bajo niveles de estrés la producción de leche tiende a disminuir y eso afecta no sólo a usted, sino también a su nene que además presiente que algo no está bien; como sabemos dar pecho es un vínculo muy fuerte y a través de ese nexo se transmiten muchas emociones. Trate de calmarse y que no le afecte lo sucedido en estos momentos de máximo beneficio mamá-bebé.

* Si usted está embarazada trate de no ver noticias alarmantes, inmiscuirse en temas álgidos o estresarse por la situación, recuerde que lleva una personita allí dentro que todo lo que usted siente lo percibe y aunque no lo crea esto puede traer a futuro consecuencias sobre su personalidad.

Lo que quiero decir es que intentemos mantener a nuestros hijos ocupados en actividades en casa, ya sea con tareas escolares o manualidades que podamos ayudarle a hacer para sobrellevar los momentos de crisis y angustias. 

Siempre comuníquese con sus hijos, ellos son su principal inspiración y el futuro de su país. Del ejemplo que usted les de y sus enseñanzas surgirán las semillas del mañana. La principal educación se genera en casa, nunca olvide eso.


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